Con un total de 100.250 muertos a causa del coronavirus, el Gobierno escuchó una cifra que no quería oír. El número es fuerte en términos sanitarios y ese pesar puede sentirse en las próximas elecciones. Hasta el momento, en el Gabinete nacional nadie emitió palabras al respecto. El 27 de junio el Presidente rindió un homenaje a las víctimas por Covid-19. “Estamos presenciando un cataclismo que azota a la humanidad, con millones personas fallecidas en el mundo entero", se atajó en aquella oportunidad el jefe de Estado, al generalizar la situación.

Los que saltaron al ring con el foco en los más de cien mil fallecidos fueron los miembros de la oposición. Al golpe lo dieron contra la gestión de las vacunas y la cuarentena. En abril del año pasado, Alberto hizo una declaración que este miércoles se puso de relieve al traérsela a la memoria: “Prefiero 10% más de pobres que 100 mil muertos”.

“Hoy, lamentablemente, alcanzamos ambas cifras”, cuestionó el presidente del radicalismo, Alfredo Cornejo. “No supieron gestionar la cuarentena ni las vacunas para salir de esta tragedia”, fustigó el también diputado. En Juntos por el Cambio reprochan al Gobierno estas cifras, al considerar que hubo un “sesgo ideológico” a la hora de comprar las dosis y también critican que en lugar de contratar a todos los laboratorios posibles se les “garantizó negocios a los amigos”.

En ese mismo sentido, el precandidato liberal José Luis Espert le reprochó al primer mandatario el manejo de la salud y la economía. Y lo parafraseó: “¿Se acuerdan cuando Alberto Fernández dijo ‘prefiero 10% más de pobres y no 100.000 muertos’?”. Luego, se respondió: “Llegamos a los 100.250 fallecidos, con un 42% de población bajo la línea de pobreza y con una canasta básica alimentaria con 53,4% de aumento interanual”.

La crítica del partido amarillo

Por otro lado, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, se expresó por medio del color negro en sus redes sociales para simbolizar el luto. María Eugenia Vidal, flamante precandidata en la Ciudad, prefirió ir con los tapones de punta al decir que “las malas decisiones” derivaron en este número de muertos y marcó al Gobierno como el “único responsable”.

Para la oposición hubo exceso en el manejo de la cuarentena y en las restricciones, porque agravaron la crisis económica. Pero la disputa por Pfizer y la tardanza en los contratos para que lleguen vacunas de Estados Unidos salió a relucir como el arma más filosa del espacio amarillo para afianzarse en el ring electoral.