En materia económica, el coronavirus cumple con función básica de la matemática: es el factor común denominador. Es que, al parecer, el COVID-19 afectará las cuentas públicas de todos los países. Y Latinoamérica, por caso, no será la excepción, ni mucho menos. Este año, la región podría sufrir la mayor caída en conjunto de su historia.

Los últimos datos son de la proyección del Banco Mundial (BM). Allí, el organismo prevé una recesión del 4,6%. De cumplirse ese pronóstico, sería el retroceso regional más importante desde que se empezó a contabilizar el Producto Bruto Interno de América Latina, en 1961.

Atrás quedarían, por ende, la recesión del 2,5% de 1983 —en plena crisis de la deuda de América Latina— y el de la Gran Recesión: en 2009 el PBI regional había retrocedido un 1,9%.

La recesión, país por país

Y si bien para todos los países latinoamericanos el Banco Mundial prevé una fuerte retracción de su economía, la carga mayor pese en las naciones con los mayores PBI de la región: México, Brasil, Argentina, Perú, Chile y Colombia.

Por caso, para el país azteca, la pandemia por el virus COVID-19 generará una caída del 6% de su producto interno. Cabe destacar que, al cierre de esta nota, en Mexico se habían registrado 4.641 infectados y 296 muertos por coronavirus. Brasil, por caso, tendrá una recesión del 5%. Tanto Andrés Manuel López Obrador como Jair Bolsonaro se mostraron, en primer término, reacios a decretar la cuarentena obligatoria: su miedo era el derrumbe económico del aislamiento social.

En Argentina, la recesión futura no es novedad. El propio Presidente anticipó que prefería un país "con 10% más de pobres que con 100.000 muertos". Los economistas del BM anticipan que la economía -que ya registra dos años de caídas consecutivas- bajará 5,6% su PBI en el 2020. Entre otros tantos desafíos, el ministro de Economía Martín Guzmán tendrá la misión de renegociar la deuda externa tanto con el Fondo Monetario Internacional como con acreedores privados.

En tanto, Chile se contraerá -según el informe- en 3 puntos porcentuales, Perú en 4,3% y Colombia tendrá una caída del 2%. República Domincana pareciera ser el  único país latinoamericano al que la pandemia no le generará una recesión: el BM proyecta un aumento del 0,1% para 2020.

2021, ¿el año del despligue?

Según el propio Banco Mundial, la crisis del coronavirus se verá eclipsada en el 2021, donde la institución económica espera un crecimiento del 2,6% para toda la región: todas las países tendrían un crecimiento de su producto interno.

De acuerdo al informe, Argentina saldría de la recesión con un repunte del 2,2%. El más rápido, sin embargo, se producirá en los Estados andinos: Perú crecerá un 6,6%, Colombia un 3,4% y Ecuador un 3,2%.

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Más lenta será la recuperación en las dos grandes potencias latinoamericanas: México crecerá un 2,5% y Brasil apenas un 1,5%.

Habrá que ver si el Banco Mundial cumple con su pronóstico: en su primera proyección del 2020, todas las naciones prometían una mejora económica -salvo Argentina- y con la llegada del virus, debieron cambiar los números.

Exportaciones, principal número en rojo

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) puso la lupa en el principal foco de la recesión en Latinoamérica: las exportaciones. El organismo internacional -que prevé una caída mayor para la región en 2020, entre el 3 y 4%- aseguró que "América Latina y el Caribe enfrentan la pandemia desde una posición más débil que la del resto del mundo".

Ante ese panorama, Marcelo Elizondo, economista especializado en comercio internacional, explicó a El Canciller que "el comercio regional está congelado, absolutamente retraído". Y agregó que Argentina tendrá una afección aún mayor: "Nuestra exportación industrial queda en la región, por ejemplo, en Brasil con el sector automotriz. Y hay bastantes inconvenientes: problemas en las fronteras, por las medidas restrictivas de la crisis, las consecuencias propias de la caída de la performance de los países. Además hay problemas de expectativas, la pregunta acerca de cómo se sale aún no se puede responder".

Ante la consulta si luego de la pandemia, el comercio regional cambiará sus características, Elizondo precisó que "se van a hacer las tendencias". "Esto quiere decir que se va a ser más exigente el comercio de bienes, con certificaciones, normas de seguridad y se va a expandir el comercio de servicios, que es el único que viene creciendo en los últimos años".

"También va a generar mucho más comercio electrónico y una nueva relación entre empresas y personas a través del sostén digital. No es algo nuevo, pero se va a acelerar aún más", completó.