El oficialismo ya dió a entender que el tarifazo no tiene vuelta atrás. El martes último oficializó que enviará un proyecto al Congreso para eliminar los gravámenes locales. Hay otro proyecto en danza, que presentó la diputada Elisa “Lilita” Carrió, una de las socias fundadoras de Cambiemos y freno de mano ante eventuales crisis (y también foco habitual del “fuego amigo”): apunta a las inversiones que realizan las empresas distribuidoras de energía eléctrica y gas y de qué forma las controla el Estado. Traducción: quiere que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los dueños de las firmas se presenten y den explicaciones.

La reunión con los funcionarios encargados del área energética de cada provincia en el Consejo Federal de Energía desconcertó a los gobernadores: el plan es que el “costo político” y financiero de la medida sea compartido. Tras la adhesión de la provincia de Buenos Aires, Capital Federal y Santa Fe, la respuesta del resto de los caciques no tardó en llegar. Le recordaron a Cambiemos que la principal carga en las boletas es el IVA, un impuesto nacional que significa el 21% para residentes y que trepa hasta el 27% en el caso de las empresas.

Hoy habrá novedades en el Congreso: la oposición rechazó de plano el plan del Gobierno aunó fuerzas para que pague el costo político del tarifazo. A partir de las 11 habrá una nueva sesión que buscará dar una nueva demostración de fuerza. La semana pasada reunieron 128 legisladores en el recinto, faltando solo uno para los 129 que se requieren para comenzar un debate. El polémico diputado salteño Alfredo Olmedo quedó en el centro de las sospechas cuando se retiró sorpresivamente del recinto cuando se le acercó un diputado de Cambiemos.

La contrapropuesta de la coalición opositora consiste en las subas de las tarifas no pueden ser mayores al coeficiente de variación salarial. También propone reducir el el IVA del 21 al 10,5% sobre tarifas residenciales por el término de 12 meses. En el caso de las Pymes planea reducir el impuesto del 27 (aproximadamente) al 21%. El acuerdo que se rubricó en el plenario de las comisiones de Obras Públicas y Defensa del Consumidor tiene la firma del PJ federal, que responde a los gobernadores, el Frente para la Victoria y Frente Renovador. También tiene el apoyo del Movimiento Evita.

Más allá de la rebaja del IVA, la oposición busca asestarle un golpe inédito al oficialismo: que además del costo político esté forzado a dar la discusión, algo que el oficialismo evitó en la última sesión. "El proyecto del Poder Ejecutivo no apunta al problema central, que es el valor de la tarifa. Ese valor hoy está por encima de la inflación, lo que perjudica a las empresas, y de la variación salarial, que afecta a los trabajadores", advirtió el jefe de los “federales”, el diputado salteño Pablo Kosiner.

Por la tarde llegará el turno de Peña en el Senado, en donde desembarcará por primera vez en el año. Allí se esperará que mantenga un cruce con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.