Rápido, como para que nadie pueda oponerse. Así, enrejaron ayer el Campito de Casa Amarilla, un terreno que estaba destinado en sus inicios a viviendas sociales pero que fue vendido a Boca Juniors después de una curiosa licitación. La venta está cuestionada en la justicia pero un movimiento particular el día en que empezaba la feria judicial le permitió al club que comanda Daniel Angelici avanzar con el vallado de todo el lugar.

La manzana delimitada por las calles 20 de septiembre, Martín Rodríguez, Juan Manuel Blanes y Palos pertenecía originariamente al Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires, el organismo que se encarga de la política habitacional. Hace tres años, el IVC transfirió el terreno a la Corporación del Sur, que los puso en venta.

La licitación para obtener el lugar (que queda a tres cuadras de la Bombonera) fue llamativa. Los que querían quedarse con la manzana debía ser asociaciones civiles o fundaciones con por lo menos 10 años de existencia, 500 integrantes o más y con un patrimonio mayor al 80% de lo que costaran las tierras. Tenía que ser, por supuesto, una organización que estuviera en la Comuna 4, que abarca los barrios de La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya.

¿Qué asociación tenía los fondos, la antigüedad y la cantidad de socios que requería la licitación? La respuesta no los sorprenderá. En abril de 2016, la Comisión Directiva de Boca Juniors aprobó la compra. Los 32 mil metros cuadrados costaron unos 180 millones de pesos. Entre los proyectos que circulaban estaba la posibilidad de construir un "estadio shopping”.

No obstante, muchos vecinos se opusieron a la situación: utilizan el espacio para jugar al fútbol o directamente como un espacio verde más. La situación llegó a la justicia de la Ciudad. Hace dos meses que Boca quería cerrar los terrenos y le pidió autorización al juez que tenía la causa.

En diciembre, el juez Guillermo Scheibler le ordenó a Boca que se abstuviera de hacerlo hasta que se definiera el fondo de la cuestión: la legalidad de la venta del espacio público. Ese mismo magistrado le había ordenado al club de Angelici que no se realizara ninguna obra.

Pero el 29 de diciembre, último día antes de la feria judicial de enero, Scheibler fue apartado de la causa por la Cámara en lo Contencioso de la Ciudad. Además, declararon la nulidad de todo lo que hizo el juez en la causa y le dieron el expediente a otra magistrada.

Angelici no es una desconocido en la justicia de la Ciudad. Tiene mucha influencia en el Consejo de la Magistratura porteño y en gran parte de los juzgados capitalinos.

Con el juez apartado y la causa frenado, Boca enrejó el terreno ayer por la mañana, con el motivo de "cuestiones de seguridad”. Los vecino se manifestaron por la tarde en la esquina. El movimiento "La Boca Resiste y Propone” es querellante en la causa y no pretende bajar los brazos. La batalla no está terminada pero el club aprovechó el guiño.