El creciente malestar social debido a la pérdida gradual del salario real tendrá su peor correlato en las próximas semanas: tras la corrida cambiaria, el impacto de la devaluación asfixiará a los bienes de primera necesidad y promete deteriorar aún más la situación frágil que ya atraviesan los sectores menos favorecidos.

Ante este escenario, y en vísperas de una inflación que alcanzará el 4% en el mes de agosto, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, efectivizará nuevas medidas económicas como paliativo para quienes más padecen los coletazos del ajuste impulsado por el Fondo Monetario Internacional.

"La inflación es el peor impuesto para las familias, y sabemos que cualquier situación de desborde perjudica principalmente a aquellos que más nos necesitan"

"Ya se ejecuta un primer refuerzo en la Asignación Universal por Hijo que llega a más de cuatro millones de chicos. Cada uno recibirá un beneficio de $1200 en septiembre y uno adicional, de $1500, en diciembre", aseguró. 

Además, la Ministra decretó la ampliación del programa de Precios Cuidados a más de 500 productos, con la respectiva fiscalización para su correcta implementación. "La inflación es el peor impuesto para las familias, y sabemos que cualquier situación de desborde perjudica principalmente a aquellos que más nos necesitan", expresó.

El esquema de contención se orientará también a reforzar los programas alimentarios, con raciones que llegarán a cientos de comedores, parroquias y merenderos que alimentan miles de familias. La medida se suma a la reasignación de fondos presupuestarios que decidió la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, en busca de atenuar los efectos de la devaluación en la provincia de Buenos Aires. Serán $1000 millones destinados a la ayuda social.

AUH, alimentos y Precios Cuidados: sin fecha de vencimiento, refuerza Stanley la ayuda social

Stanley defendió el acuerdo de Macri con la armada de Christine Lagarde al sentenciar que "se va a buscar un equilibrio fiscal cuidando a los más vulnerables", siendo "la primera vez que el FMI aplica una cláusula de ayuda social para los que más lo necesitan". A su vez, agregó que implementarán "estas herramientas y todas aquellas necesarias para atravesar estos meses, en los que hay que alcanzar el equilibrio de las cuentas públicas". 

"Tiene que primar el dialogo", concluyó. El Gobierno sabe puertas adentro que la tormenta se extenderá y que cada paso en falso, de aquí en adelante, golpeará primero en las clases bajas, elevando la temperatura de un termómetro social al rojo vivo.