El Gobierno comienza una semana clave para determinar su suerte en la negociación con los gobernadores peronistas que se preparan para recibir algo a cambio en el marco del esquema que tiene en mente Marcos Peña para avanzar con el ajuste de los 300 mil millones de pesos.

 
En este escenario, y con la llegada de Christine Lagarde al país este viernes, el Ejecutivo busca dar una señal concreta del plan de gastos que seguirá de cerca el FMI con las condiciones establecidas en el acuerdo alcanzado este año.
 
Así, los encuentros grupales y privados con los diferentes mandatarios provinciales contarán con la presencia, en su mayoría, de Marcos Peña, Rogelio Frigerio y Nicolás Dujovne, con máximos representantes de las patas clave que deberá ajustar el gobierno para convencer a los diferentes referentes de las provincias para que asuman el reparto del ajuste.
 
150 millones de pesos es el monto que buscaría ahorrarse Nación con la eventual colaboración de las provincias. Con algunos condicionamientos, aparecen María Eugenia Vidal y Horacrio Rodríguez Larreta como los dos primeros gobernadores que asumirían el "sacrificio" y darían el ejemplo al resto de sus pares. Vidal y Larreta resisten principalmente hacerse cargo de AySA y cederían en otros aspectos de la letra chica para dar el visto bueno a la Casa Rosada.
 
El cálculo del recorte total pasó de $ 200 mil a $ 300 mil millones, por los aumentos de las jubilaciones y la AUH atados al mayor nivel de inflación y los menores ingresos por un crecimiento previsto más acotado. El Gobierno nacional trazó como primera posibilidad que la mitad corra por cuenta de las provincias.
 
Allí, la principal preocupación de los gobernadores es la posibilidad de que el recorte tenga como consecuencia en congelamiento del dinero destinado a las obras públicas en cada uno de los distritos, un punto que no están dispuestos a tocar ya que eso podría perjudicar a la imagen de cada uno con miras al próximo año electoral.
 
"Nosotros ya estamos haciendo un verdadero esfuerzo en cada una de las provincias. No queremos asumir los problemas de la Nación también", confió a elCanciller uno de los referentes peronistas que participará de las reuniones en Casa de Gobierno. Alicia Kirchner fue en sintonía y embarró la cancha: "Sería una barbaridad pedirle a las provincias que hagan un esfuerzo a medias con el Gobierno". 
 
Con el "esfuerzo" de Vidal y Larreta, el Gobierno se prepara para una batalla clave que deberán tener ganada antes del jueves si quiere mostrarle a Lagarde con avances del plan de gastos previstos para el próximo año. Mientras, desde el FMI observan con algo de desconfianza los números de la inflación que golpean las puertas de la Casa Rosada.