A contramano de lo que ocurrió en el último tiempo en algunas ciudades del país, la Legislatura porteña convirtió en Ley el proyecto para aumentar las multas a los conductores de Uber y habilitar la posibilidad de que se les quite la licencia.

Con los alrededores del edificio repletos de taxistas que reclamaban sanciones más duras contra los choferes de la aplicación, la iniciativa presentada por el bloque oficialista Vamos Juntos obtuvo el apoyo del peronismo y se aprobó con 37 votos a favor, 11 negativos y 9 abstenciones. El bloque de Unidad Ciudadana finalmente se abstuvo y Evolución y el Frente de Izquierda votaron en contra.

La nueva norma implica varias modificaciones al código de Tránsito de la Ciudad y está específicamente orientada a darle otro golpe a Uber, que desembarcó en Buenos Aires en 2016 y ya superó el millón de usuarios en todo el país.

Entre los cambios, por ejemplo, se eleva a casi $200 mil la multa para quienes hagan uso de la aplicación para brindar el servicio de transporte y, en caso de que un agente de Tránsito identifique a un conductor de Uber, podrá retenerle la licencia por entre 7 y 30 días, cuando antes la sanción era de 5 a 10 días.