Se destapó la olla. Uno de los hechos más resonantes del 2017 fue la catarata de denuncias de abuso sexual que surgieron en Estados Unidos a partir de octubre. Decenas de artistas, cantantes, actrices y figuras del espectáculo confesaron haber sufrido acoso por parte de productores, colegas y directores.

La explosión comenzó gracias a una investigación del New York Times y The New Yorker, en el cual informaron sobre una centena de demandas que recibió el productor Harvey Weinstein por conducta sexual inapropiada a lo largo de los años. Las víctimas fueron actrices de las peliculas que producía su reconocida empresa The Weinstein Company, 26 mujeres entre las que se encuentran: Ashley Judd, Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie, Cara Delevigne y Lucia Evans. A medida que surgían acusasiones formales contra el productor, él se dedicaba a suprimirlas mediante acuerdos financieros y exigía confidencialidad para que los medios no conocieran la realidad. 

Pero lo interesante del caso, no es el ajusticiado final que tuvo Weinstein, siendo desvinculado de su empresa, abandonado por su mujer y enjuiciado por muchas mujeres, si no el efecto que produjo. Gracias a la valentía de estas mujeres, se generó un espacio para que todas aquellas que sufren acosos puedan denunciar. Antes, el temor a perder el trabajo, no poder tener una carrera en el medio o sufrir violencia por parte del acosador, hacia callar a muchas mujeres. El abuso de poder se apoderaba de la libertad de expresión. 

El destape se visualizó con un hashtag en las redes sociales. #MeToo (o su versión en otros idiomas, como el local #NoesNo) obtuvo una respuesta en Twitter de un millón de personas en 48 horas y, en Facebook, de 12 millones en 24 horas. Más de 500 mil personas denunciaron allí a sus abusadores y sintieron la libertad de poder confesar lo vivido. El efecto trascendió el circuito artístico y llegó a todos los ámbitos sociales.  

Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow y Cara Delevigne: sacude a Hollywood las denuncias por abuso sexual

La que rompieron el silencio: Asia Argento, Rosanna Arquette, Jessica Barth, Cara Delevingne, Romola Garai, Judith Godreche, Heather Graham, Angelina Jolie, Ashley Judd, Rose McGowan, Lea Seydoux y Mira Sorvino.

Las denuncias de acoso y abuso tomaron tal dimensión que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, a cargo de los Premios Oscar, publicó un nuevo código de conducta para sus miembros. Establece que "no hay lugar” para quienes "abusan de su estatus, poder o influencia”, y advierte que quienes transgredan esas pautas serán expulsados de la organización. Además, la revista inglesa Time eligió el caso como "Person of the year", dandole la importancia correspondiente a todas las mujeres artsitas, activistas y trabajadoras que denunciaron.