La fuerte devaluación de esta semana dejó a la economía real sumida en la incertidumbre. Fabricantes, distribuidores y comerciantes no saben cuánto costarán las cosas y se espera no solo que haya nuevos aumentos sino que se incrementen los ya previstos.

Mañana subirán las naftas por tercera vez en menos de un mes. Es un aumento ya acordado, que rondará entre el 1 y el 2 por ciento (entre 40 y 60 centavos por litro), pero las petroleras calculan que la suba del dólar las obligará a subir alrededor de un 10% los precios en el corto plazo.

Además, se verán afectados los aumentos de tarifas, que también estaban previstos pero que se prevé que serán más altos: la suba del gas de octubre y la de la electricidad de febrero podría alcanzar el 80%, salvo que el Ministerio de Energía revea el esquema de reducción de subsidios.

Víctor Fera, dueño de Maxiconsumo, advirtió ayer que el aumento en los alimentos será del 17%, pero algunos analistas estiman que podría ser mayor: entre el 20 y el 25 por ciento. "Los proveedores suspendieron las ventas porque no saben cuál es el valor de dólar y han perdido la confianza en la economía", advirtió.

En este contexto, el Ministerio de Salud autorizó un nuevo aumento de la medicina prepaga, que será del 8%. Lo peor: se trata de la autorización habitual que hace la cartera que conduce Adolfo Rubinstein y nada tiene que ver con el shock devaluatorio de los últimos días. 

El nuevo aumento, que regirá a partir del 1º de octubre, será el cuarto en el año y quedó cerca del 30%. Las empresas no descartan un nuevo incremento a partir de diciembre, que contemple la devaluación y las reactualizaciones salariales de los médicos por la creciente inflación.

Los autos tampoco se quedaron afuera. General Motors envió ayer su lista de precios para septiembre con aumentos del 20% en los modelos de Chevrolet. El aumento mensual equivale a todo lo que subió, en promedio, durante todo 2017. Y se da en un contexto de fuerte retracción del mercado: las concesionarias anunciarán en breve los números de agosto, que registran una caída superior al 25% en los patentamientos con respecto al mismo mes del año pasado. Se espera que, con los nuevos valores y la pérdida de poder adquisitivo, los próximos meses sean peores.