Marcos Peña y Durán Barba, los dos referentes de Cambiemos que suelen tejer las estrategias para mejorar la imagen de Macri, eligieron un cambio de rumbo rotundo en los primeros meses del año.

En medio de la incertidumbre sobre la economía por el alza del dólar, la inflación y la toma de deuda, la nueva estrategia de la mesa chica en la Casa Rosada ya está diseñada: hacer un pequeño giro a la izquierda y subirse al tren de la agenda de género.

Sin embargo, el Presidente ganó terreno en un espacio más bien progresista, pero perdió lugar en sus vínculos con los empresarios y sindicatos (una lucha que va a ir a fondo, con Hugo Moyano a la cabeza). Su guerra con los dirigentes de la Unión Industrial Argentina también tuvo impacto en materia política, aunque la idea de Marcos es bajar la tensión y no profundizar la batalla.

Carlos Pagni, en su columna en La Nación, hace eje en esta nueva batalla: "Hay una estrategia de la Casa Rosada para poner el barco a la izquierda. Hacía falta un conflicto con los empresarios, sobretodo porque hay un conflicto con los sindicatos en plenas paritarias. Totalmente provocado”.

Y profundizó: "Curiosamente, este, que es un Gobierno formado por empresarios, siente que ese frente empresarial lo tiene más cubierto, entonces tiene más relación con los movimientos sociales y los sindicatos que con el empresariado”.

Pagni, una de las plumas que lee la Casa Rosada, va al hueso del problema con una sugerencia para Macri: "El Gobierno tendría que cuidarse de algo: no agredir al mismo tiempo a sindicatos y a empresarios porque suelen juntarse detrás de la bandera impecable de la protección de los puestos de trabajo”.

Por su parte, en su editorial en el diario Clarín, Marcelo Bonelli, también se refiere a la pelea del Presidente con los hombres de negocios: "Un argumento que el asesor Jaime Durán Barba fogonea es pelearse con los empresarios para tratar de sacarse de encima el mote de "gobierno de ricos”.

Según Bonelli, "los reproches contra los empresarios empezaron en 2015”. El periodista sostiene que "Macri nunca les perdonó que hubiesen apostado a favor de Daniel Scioli. Y vuelven en forma recurrente por 2 causas concretas: el fracaso de la ilusoria política de "lluvia de dólares” y de los planes para frenar los precios”.

"En la UIA sostienen que la ofensiva de la Casa Rosada no tiene justificación económica y refleja otra cara del enfoque que busca darle a su estrategia política. Está claro: allí pesan los problemas que enfrenta la economía y cantan las encuestas”, agrega Bonelli, y puntualiza sobre la caída en la imagen de Macri como principal objetivo.

¿Tregua con la UIA?

El próximo lunes habrá una reunión de la Unión Industrial con Marcos Peña en la Casa Rosada. ¿Quiénes van?: Miguel Acevedo, presidente de la UIA; Luis Betnaza (Grupo Techint); Daniel Funes de Rioja, un abogado laboralista muy importante dentro de la UIA, tres figuras de las más amigables para el Gobierno.