Con el objetivo de salir rápido a flote luego de un semestre para el olvido, San Lorenzo contrató a Jorge Almirón como nuevo director técnico, en reemplazo de Claudio Biaggio.

El exentrenador de Independiente y Lanús -con el que se consagró en el Torneo de Transición 2016 y alcanzó la final de la Copa Libertadores 2017-, viene de fracasar en Atlético Nacional de Medellín, al quedar eliminado en los Octavos de Final del certámen continental a manos de Atlético Tucumán.

Su llegada constituye una nueva apuesta azulgrana por la tenencia de la pelota y la verticalidad, algo que había desechado desde la salida de Pablo Guede, al optar por los ciclos pragmáticos que edificaron el uruguayo Diego Aguirre y el Pampa.

Asimismo, de la mano de Almirón también desembarcará en el club de Matías Lammens y Marcelo Tinelli el magnate del fútbol argentino, Christian Bragarnik, quien acarreará al arquero Fernando Monetti y el defensor Diego Braghieri, fetiches del DT -los dirigió en Lanús y el club colombiano- y potestad del representante.

Con el anuncio, se desactiva el rumor que vinculaba al entrenador con Boca Juniors, ante la posibilidad concreta de que Guillermo Barros Schelotto y su hermano emigren a la MLS en diciembre.

Almirón, mimado públicamente por Mauricio Macri y Daniel Angelici, tendrá por delante la Copa Libertadores 2019 -máxima meta del Ciclón-, la Copa Argentina, así como recuperar terreno en la Superliga, en la que se ubica entre los últimos puestos de la tabla.