A dos semanas de la transición presidencial, el Indec divulgó este martes el nivel de actividad económica más bajo desde noviembre de 2010. El índice de septiembre se contrajo 1,6% respecto a la medición desestacionalizada de agosto, cayó 2,1% interanual y acumula una recesión del 2,3% en 2019.

Es probable que octubre muestre un número más negativo aún. Se da por el nivel de incertidumbre que estamos teniendo. No está claro lo que va a pasar, las empresas paran las pocas inversiones que quedan, la gente no se ve propensa a gastar y como consecuencia la actividad cae”, analizó el economista Federico Moll, de la consultora Ecolatina, ante El Canciller.

Por su parte, el economista Roberto Cachanosky asignó las causas del bajo nivel de actividad a la falta de inversiones y la crítica situación del consumo. “La economía se mueve porque invertís, consumís o exportas. Esos son los factores que la dinamizan. Como el grueso recae en el consumo, se cae brutalmente como ahora y se desploma la actividad. En este momento, debés estar en uno de los niveles más bajos de las últimas dos décadas”, indicó.

Las estadísticas se originan en un contexto en el que el Gobierno instrumentó un paquete de medidas paliativas para apuntalar el poder de compra de los ciudadanos. No obstante, la devaluación del peso en más del 26% durante el mes de agosto dinamitó todas las expectativas de repunte, dado que los salarios volvieron a perder contra la inflación.

¿Cómo podrían revertirse los indicadores en el futuro inmediato?

Cachanosky y Moll plantean diferentes alternativas para que el PBI comience a mostrar signos de recuperación.

“Lo único que te puede sacar de la recesión en la Argentina es la exportación. Lo del consumo es humo, verso, no se va a poder completar. Para poder consumir necesitas ingresos, y no hay. ¿De dónde vas a sacar plata para darle a la gente? La única opción es que emitas, pero se te dispara el índice de inflación. Si querés apostar al consumo interno, el repunte te va a durar nada, vas a terminar incendiado”, aseguró Cachanosky. Y advirtió: “Argentina puede exportar. Hoy y hace décadas exporta el 0,3% de las exportaciones, pero llegó a exportar el 3% del total mundial”.

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Moll puntualizó en la importancia de solucionar el tema de la deuda. “De acá en adelante, la única oferta de dólares genuina van a ser las exportaciones. Y hoy buena parte de la cosecha ya se está vendiendo. Sin esa oferta, la demanda tiene un techo muy claro. Hay que lograr que el ingreso de dólares no esté sostenido pura y exclusivamente por las exportaciones. Lo primero que debe hacer el nuevo gobierno es abrir la cuenta capital, y para eso hay que solucionar el tema de la deuda”, consideró.

Más allá de los métodos, las expectativas de los economistas para el año entrante no son alentadoras. “Vemos una caída significativa del PBI para 2020. Un desplome superior al 2%. No hay forma alguna de que sea positiva”, cerró.