Los premios Globos de Oro 2018 estuvieron bañados de los principales problemas políticos, sociales y culturales que afronta Estados Unidos y, puntualmente, el mundo del cine y la televisión del país cuyo presidente es Donald Trump.

Tal es así que las actrices y algunos actores de la ceremonia han decidido vestir de negro debido a la problemática de los numerosos abusos sexuales que han salido a la luz en los últimos meses en el universo de Hollywood.

Las actrices y actores usaron su atuendo más oscuro para hacer declaraciones sobre el acoso sexual en Hollywood y otras esferas referidas a la misoginia y el racismo que atraviesan a la una de las industrias más voraces del mundo. Es de esperar que quienes sean galardonados esta noche, utilicen sus minutos frente al micrófono para luchar contra el sexismo sistémico y el silencio qué hizo capaz que figuras como Harvey Weinstein, James Toback, Louis C.K. y Kevin Spacey pudieran triunfar mientras cometían delitos sexuales y todo tipo de abusos contra las mujeres  y algunos hombres de Hollywood.

También hubo otros temas en discusión en la alfombra roja y arriba del escenario del salón internacional de Beverly Hilton. Seguramente, se volverá a poner sobre la mesa la discusión sobre el racismo y la desigualdad de oportunidades para actores y actrices de origen afroamericano, potenciada desde la asunción presidencial de Trump, un hombre que representa los valores de la espina dorsal de Estados Unidos.

Anoche, Hollywood se castigó de alguna manera a sí mismo y la premiación estuvo protagonizada por un ambiente de culpa, por haber permitido a través del silencio, delitos y modos de actuar degradantes y precarios.