"Es un pelotudo, que no rompa las pelotas". Gabriela Michetti no advirtió que tenía el micrófono abierto y le propinó al senador Luis Naidenoff (UCR) un insulto que no hizo más que expresar la tensión y el malestar que se apoderó de su cuerpo durante el debate en el Senado por el aborto legal.

A la vicepresidenta, católica devota, la tenía particularmente angustiada la posibilidad de la interrupción voluntaria del embarazo se legalizara durante su gobierno. Temía, además, una reacción impiadosa de Francisco.

La grieta por el aborto tiene un rasgo que la distingue de otros conflictos que hubo en Cambiemos: no se dio entre los partidos que integran la alianza, sino dentro de ellos. Quedó expresada en las fotos que se sacaron la semana previa al tratamiento en Diputados, que intentó ser corregida con una del interbloque "unido".

En la Cámara Baja, Silvia Lospennato, Daniel Lipovetzky (ambos del PRO) y Karina Banfi (UCR) militaron la legalización en conjunto con los espacios progresistas y la mayor parte del kirchnerismo. Fueron parte del grupo bautizado "lxs sororxs".

Para el colectivo feminista representan la renovación del espacio que aportó la mayor cantidad de votos en contra del proyecto: 65 (contra 42 positivos). En el sector antiabortista de Cambiemos, por el contrario, remarcan el "oportunismo" de algunos, especialmente de Lipovetzky y Lospennato, que hasta antes de la discusión eran casi desconocidos para la sociedad.

Elisa Carrió fue la encargada de hacer público el malestar que había dentro del interbloque. "No he hablado para preservar la unidad de Cambiemos", dijo en su discurso, que terminó en un escándalo. Entre reproches, la diputada se levantó de su banca y disparó: "Es el último esfuerzo que hago para preservar la unidad. Se lo aviso a todo Cambiemos: la próxima vez, rompo". En el bando "celeste" quedaron también figuras como Eduardo Amadeo, Carmen Polledo y Nicolás Massot.

Anoche, en el Senado, del lado verde quedaron Humberto Schiavoni (presidente del bloque PRO), Pamela Verasay, Gladys González, Laura Rodríguez Machado y Luis Naidenoff, entre otros. Verasay protagonizó un fuerte cruce con Michetti por el tiempo de las intervenciones: la vicepresidenta le reprochó que se había excedido de los 10 minutos acordados, a pesar de que se lo había permitido a Inés Brizuela y Doria (en contra).

En tanto, las figuras del bando celeste fueron Esteban Bullrich, Federico Pinedo, Silvia Elías de Pérez, Ángel Rozas y Julio Cobos. Pinedo también fue protagonista, en junio, de un cruce que evidenció la grieta interna: le pidió "bajar un cambio" a Lospennato.

La división también alcanza al Poder Ejecutivo. Hoy el ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, admitió su "frustración" y hasta blanqueó su incomodidad con el espacio que integra: "Me sorprendió un poco que la mayoría de votos en contra fuera de Cambiemos".

Los antiaborto del Gabinete son Carolina Stanley, Jorge Triaca, Guillermo Dietrich, Luis Caputo, Jorge Faurie y Andrés Ibarra, mientras que en el bando proaborto, además de Rubinstein, se destacan Nicolás Dujovne, Patricia Bullirch, Sergio Bergman y Hernán Lombardi.