Para la diputada, el verdadero dilema de la discusión está en la propiedad del cuerpo. "Si es así, puedo disponer de un embarazo, pero también puedo disponer de la venta de un órgano. También está la posibilidad de hacer un racismo de elección. No me gusta una humanidad elegida. Me gusta que todos seamos diferentes y nadie pierda la vida", arguyó.

"Hablo con el Presidente cada dos días. Es un momento difícil para el PRO, el radicalismo".

"Hay un feminismo que es la inversión del machismo".

 

"A la clase media le digo que hay que dar propinas".