En la temporada 2010-2011 el AC Milan obtuvo su última Liga de Italia, la décimooctava de su palmarés y la que significaría el comienzo de una etapa mediocre, llena de incertidumbre y desaciertos. Desde ese lejano Scudetto, el Rossonero solo cosechó una Supercopa de Italia (2016)  a la que accedió por ser subcampeón de la Copa de Italia, que ganó Juventus, en simultáneo con la Serie A.

La falta de títulos y la ausencia en los planos internacionales provocaron la venta del club por parte de Silvio Berlusconi a un grupo inversor chino. Y en medio de una renovación institucional y futbolística, la empresa alemana Adidas pegó el portazo. Hartos de la mala imagen deportiva del club, desde la marca de las tres tiras rompió el lazo contractual con el club, que tuvo que salir a buscar nuevo partner.

Tras las bajas -casi irrespetuosas- ofertas de Nike, New Balanced y Under Armour, Puma se perfila como el próximo a suceder a Adidas en la indumentaria del Milan.