El Indec volvió a ponerle ayer cifras a la crisis: según el Estimador Mensual de Actividad Económica que elabora el organismo, hubo un leve repunte de la actividad en febrero con respecto a enero (0,2%), pero el derrumbe interanual fue del 4,8%. Según las proyecciones de las consultoras, el PBI caerá en 2019 por segundo año consecutivo, un récord desde la salida de la convertibilidad.

Aunque febrero fue el tercer mes en el que se observó una leve mejora, también fue el último: los privados estiman que la caída mes a mes será de 1 por ciento en marzo, mes en el que la presión sobre el dólar y las altas tasas de interés elevaron la inflación a 4,7%. 

El economista Martín Vauthier,  director de Eco Go, sostuvo que la suba de febrero "luce ya como un dato viejo" y advirtió: "A partir de marzo, la suba en la tasa de interés, la reacción del tipo de cambio, la aceleración en la inflación y la volatilidad financiera marchitaron muchos brotes verdes, más allá del impacto de la cosecha".

El agro fue, de hecho, el único sector que impulsó el "buen" número del segundo mes del año (le sumó 0,26 puntos al índice). El resto lo hundió: el comercio le restó 1,62 y la industria 1,26. Son los dos rubros que mayor empleo generan, lo cual es otro dato desalentados. Los salarios, según publicó también ayer el Indec, volvieron a perder contra la inflación: aunque subieron 2,7% contra enero y un 34,6 con respecto a febrero de 2018, comparándolos con la suba de precios la caída real fue de 1,1% en el mes a mes y un 11,1% interanual.

Ese empeoramiento de los salarios es uno de los motivos de la caída del PBI que proyectan las consultoras para este año, que está en el orden del 2 por ciento. Ayer la consultora LCG publicó un informe en el que bajó considerablemente sus previsiones y calculó una caída del 1.7% para 2019, por la volatilidad del tipo de cambio, las altas tasas de interés, la inflación en alza y el elevado riesgo país. Esos datos no permiten que se recompongan salarios, jubilaciones ni asignaciones.

ACM hizo un análisis simila. "Las altas tasas de interés domésticas, superiores al 40% en términos reales, la falta de liquidez, la desaparición del crédito y la caída de salario real conjuntamente con el freno de la obra pública seguirán teniendo un mayor impacto en los indicadores de la actividad económica", indicó la consultora, que proyecta una caída del 2% del PBI.

De confirmarse esos números, el derrumbe de la producción del país alcanzará su récord desde la salida de la convertibilidad, al caer dos años consecutivos (en 2018 la contracción fue del 2,5%).