A siete días de una nueva presentación del proyecto de interrupción legal del embarazo en el Congreso, el ginecólogo Leandro Rodríguez Lastra fue declarado culpable del delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público tras haber impedido un aborto no punible a una joven de 19 años que había sido violada en Río Negro.

En la primera etapa del juicio por cesura, donde se prueba la responsabilidad del acusado, el juez Álvaro Meynet dio a conocer su veredicto respecto a la condena. En los próximos días, informará cuál será la pena que recaerá sobre el médico, que puede variar de 1 mes a 2 años de prisión en suspenso y el doble de inhabilitación para ejercer la medicina.

Según informó el fiscal Santiago Márquez Gauna, el hombre alegó en un primer momento que por la cantidad de semanas no estaba obligado a practicar el procedimiento, luego que no sabía que el embarazo era producto de un abuso y más tarde que no estaba firmado el consentimiento informado en la declaración jurada de víctima de abuso sexual.

"Para llevar adelante la ILE le exigía una declaración jurada, pero para llevar un procedimiento inverso no le informó ni le pidió consentimiento, se lo aplicó sin autorización en contra de su voluntad", aseguró Márquez Gauna en diálogo con Radio 10.

De esta manera, y mientras desde los sectores autodenominados "provida" organizan marchas en apoyo al ginecólogo, se vuelve a poner la legalización del aborto en la agenda pública, legislativa y política.

A días de la nueva presentación del proyecto, condenan a un médico por impedir un aborto no punible

Y es que, luego de dos históricas sesiones en el Congreso (Diputados aprobó, pero no así el Senado) en 2018, no sería raro que el debate por el aborto se colara en la campaña electoral, ya que además de elegir presidente, también se renovarán varias bancas de las cámaras.

Entonces, a diferencia de otros años, cada partido y, en especial, cada legislador deberá ser consciente de que su voto sobre la legalización del aborto, no solo impedirá -o no- la muerte de muchas mujeres que tienen que recurrir a la práctica de manera clandestina, sino también podría costarle su banca en el recinto.