8M con datos: se convierte el #NiUnaMenos en una cuestión de Estado y aborda la agenda de género

No obstante, si bien es un dato positivo que el Estado sistematice y releve casos de violencia de género, el informe no contempla femicidios. Para hallar una noción de la magnitud de la problemática, La Casa del Encuentro junto a la Fundación Avon para la Mujer publicó un informe que reúne casos que van desde el 2008 al 2017. Durante ese periodo hubo 2679 femicidios de mujeres y niñas y 268 femicidios vinculados a niños y hombres.

8M con datos: se convierte el #NiUnaMenos en una cuestión de Estado y aborda la agenda de género

El informe del INDEC se denomina Rucvm (Registro Único de Casos de Violencia contra las Mujeres) y abarca casos que se obtuvieron desde diversos niveles de organismos estatales (salud, justicia, seguridad) y desde los municipios hasta la órbita nacional. No son datos homogéneos: cada jurisdicción tiene su particularidad y ni siquiera las propias parten con la misma base de información. No obstante, es un dato alentador que el Estado sistematice la información sobre la problemática para diseñar políticas públicas al respecto.

Hubo un cambio cultural desde que el #NiUnaMenos, el colectivo que logró convertirse en un vector y una voz contra la violencia machista, aglutinó a todas las voces que permanecían calladas. Sirvió para destapar una realidad que estaba en las narices de toda la sociedad, pero que significaba un tabú. A pesar de esto, por ejemplo, la problemática se acentúa: hay un femicidio cada 30 horas, y lo que es peor, el 2017 se convirtió en uno de los años en donde más femicidios se cometieron.

La antesala

8M con datos: se convierte el #NiUnaMenos en una cuestión de Estado y aborda la agenda de género

Primero la Plaza de Mayo, luego la Plaza de los Dos Congresos. Ambos escenarios se convertirán esta tarde en epicentro de un reclamo colectivo. Se espera que miles de mujeres asistan para reclamar que se terminen los femicidios y la violencia machista; el fin del aborto clandestino, la brecha salarial entre hombres y mujeres; el trabajo doméstico no remunerado y el acoso callejero, entre otras cosas. La fuerza con la que irrumpió el #NiUnaMenos exigió un cambio cultural a una sociedad que se rehusaba a hacerlo: hoy la violencia de género no es algo que queda encerrado en las cuatro paredes de una casa, es un tema de debate público.