El primero de mayo de 1994 será siempre una fecha recordada por los amantes de la Fórmula 1. En el fin de semana más trágico de ese deporte, dos de los automovilistas que corrían el Gran Premio de San Marino fallecieron. 

Primero, el 30 de abril, Roland Ratzenberger murió durante la clasificación al premio en Imola, Italia. La imagen de Ayrton Senna corriendo por la pista a auxiliarlo quedaría grabada como el anticipo de su trágica muerte, al día siguiente y durante la séptima vuelta de la carrera que nunca debió haberse realizado por luto.