Todos los analistas esperaban que la inflación de abril sea superior al 2% debido al aumento de tarifas. Es por eso que los principales rubros que impulsaron este crecimiento fueron vivienda, agua, electricidad, gas  y transporte. El fin de semana, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, admitió que la meta inflacionaria es un tema “a discutir”. Por ahora, la inflación interanual es de 25,5%, es decir, más alta incluso que la de 2017 (que cerró en 24,7).

 

Marcos Peña admitió que la meta inflacionaria es un tema “a discutir"

Tanto el Gobierno como las consultoras privadas aseguraban que la inflación empezaría a bajar a partir de mayo, ya que no habría más aumentos de tarifas. Sin embargo, la corrida cambiaria también complica el pronóstico para los meses posteriores, sobre todo mayo y junio, donde es de esperarse que los comercios suban sus precios en línea con el alza del dólar. En la semana, analistas aseguraron que los supermercados ya recibieron listas con precios actualizados 7% en promedio.

Si bien el dólar generará turbulencia en los próximos meses, se estima que comience una tendencia bajista en el segundo semestre. Sin embargo, incluso el Relevamiento de Expectativas de Mercado que publica el Banco Central ya sitúa las estimaciones de los privados encima del 23%. En el año 2018, el Gobierno no podrá mostrar que está controlando los precios.

Otra alarma que se enciende para el oficialismo es la de las paritarias, tanto las que cerró como las que quedan sin firmar (que se estima que son aproximadamente la mitad). Los que acordaron un 15% saldrán a pedir una recuperación en 2019 del entre 7% y 10% del poder adquisitivo que se perderá este año. Los que aún no cerraron, como es el caso de los gremios de Roberto Baradel y Hugo Moyano, ya abrieron el paraguas y piden 27% con cláusula gatillo.

Los gremios que aún no cerraron paritarias piden aumentos en torno al 27%

Las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional acentuarán el conflicto con los asalariados. El Fondo apunta a recortar el déficit fiscal total (no sólo el primario, que no tiene en cuenta los intereses de deuda). De todos modos, es probable que el organismo que preside Christine Lagarde permita algunas licencias a su ortodoxia en el año electoral, pero después buscará un fuerte ajuste para que Argentina pueda garantizar la capacidad de pago.