En la búsqueda de adhesiones en medio de una posible fractura en el propio seno de la CGT, Hugo Moyano logró sumar al titular de la CTA Hugo Yasky y el líder de SUTEBA, Roberto Baradel a la marcha que realizará el próximo 22 de febrero en respuesta a las causas que le afloran en Comodoro Py. 

Si bien no estuvo presente, envió en su representación al secretario general adjunto de Camioneros y su hijo, Pablo Moyano. "Será la marcha más grande", disparó el sindicalista. 

En una conferencia de prensa en la puerta del sindicato de Camioneros, Moyano sostuvo que "esta convocatoria ha superado los reclamos de los camioneros, hoy todos los sectores del movimiento obrero y los trabajadores están reclamando una movilización". No obstante, se atajó y aclaró que "el reclamo puntual es por los despidos". 

Cada sector tiene un motivo diferente y es bastante pragmático a la hora de mostrarle los dientes al Gobierno. Además del kirchnerismo -que se descontará que aporte su cuota de gente a la marcha- se sumaron Barrios de Pie, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) determinaron plegarse a la marcha del próximo 22. En ellos existe el temor de que el oficialismo elimine 28.000 planes sociales. 

El sindicalista también vaticinó sobre cómo será la convocatoria: "Será la marcha más grande que habremos hecho". "Sabemos que va a venir mucha gente por su cuenta, la gente le está pidiendo al Gobierno que entienda que no se puede seguir así", explicó. 

Hace una semana, Hugo Moyano recuperó el habla y dio su primera entrevista en dos años: eligió el programa de "Chiche” Gelblung (Crónica TV) para apuntar sus dardos hacia el presidente Mauricio Macri. Además de chicanearlo con su padre Franco, el sindicalista anunció oficialmente de volcar su cuota de poder a las calles en medio de la tormenta judicial que atraviesa.