$10.000 millones y la continuidad de Ercolini: fracasa la estrategia de Cristóbal López

Los 8.000 millones de pesos que adeuda el empresario Cristóbal López no serán competencia del fuero penal económico y significa un duro revés en su estrategia judicial. La Sala I de la Cámara de Casación resolvió que la causa siga en la justicia federal a cargo del tándem de Julián Ercolini (juez) y Gerardo Pollicita (fiscal). Los camaristas entendieron que no se encuadraba dentro de un delito tributario.

La decisión le llevó prácticamente un año a la Cámara de Casación. Se investiga a López y su socio Fabián De Sousa por retener en la petrolera Oil, del Grupo Indalo, el Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC).  La deuda que contabilizó la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) es de 8.000 millones, aunque con intereses y punitorios la cifra llega a los 10.000 millones. La medida judicial es una noticia que la entidad fiscal que conduce Alberto Abad esperaba con beneplácito. Si López lograba el cambio de fuero,  podía acceder a un plan de pago y facilidades con los acreedores, se diluía la denuncia de la AFIP por evasión tributaria.

Ercolini en un principio se declaró “incompetente” en la causa luego de tomarle declaración a los involucrados en la trama. Consideró que se trataba de un “delito tributario” y por ende, debía pasar al fuero económico.   

Este serio traspié a la estrategia del empresario se encuadra en una semana de movimientos en cuanto al destino del Grupo Indalo. La crisis del holding se suma a la imposibilidad de concretar la venta “formal” del paquete de acciones. Sin embargo, como ocurrió en C5N con el periodista Víctor Hugo Morales (al que despidieron por diferencias “irreconciliables” en la línea editorial), parece que el fondo OP Investments, que conduce el financista Ignacio Rosner, tomó el control operativo de parte del grupo.

Al final, el Finansur cambia de manos

Los chinos no pudieron. Más allá del traspié judicial, el Banco Central autorizó a Cristóbal López a venderle el banco Finansur al Grupo Fiorito, ex dueños del Banco Quilmes. El paquete accionario que tenía el empresario pase de manos por US$ 25 millones. Una de las condiciones que impuso la entidad monetaria es que el grupo inyecte liquidez por US$ 10 millones.

López a través de la división de Inversiones del holding tenía el 78% del banco. Otro 19% estaba en poder de la familia Sánchez Córdoba y el 3% está en manos de Juan Navarro, de Exxel Group. Los Fiorito tienen avanzadas las negociaciones para alzarse con el 100 por ciento del paquete accionario.

$10.000 millones y la continuidad de Ercolini: fracasa la estrategia de Cristóbal López