A 19 años del inicio del llamado "caso Skanska", la primera investigación sobre corrupción vinculada con el kirchnerismo, el Tribunal Oral Federal N°4 comenzó este lunes el juicio público por irregularidades detectadas en la adjudicación de obras de gasoductos realizadas entre 2004 y 2006.

Los principales acusados son el exministro de Planificación Federal Julio De Vido, quien asistió a la sala AMIA de Comodoro Py para presenciar la audiencia en persona, y el exsecretario de Obras Públicas José López, quien participa de forma virtual por problemas de salud que adujo su defensa.

Según la Justicia, para la concesión y la construcción de los gasoductos Norte y Sur se cobraron en aquel entonces sobornos por unos $13 millones, que la empresa sueca Skanska habría pagado a funcionarios públicos del gobierno de Néstor Kirchner, además de utilizar facturas apócrifas para encubrirlos.

TE PODRÍA INTERESAR: El Gobierno oficializó la polémica postulación de Lijo y la de García Mansilla para la Corte y ahora definirá el Senado 

De cara al juicio que comenzó este lunes, el Tribunal pidió a la ahora secretaría de Obras Públicas -que actualmente depende el ministerio de Economía- el listado de ingresos y egresos al edificio entre el 1° de noviembre de 2004 y el 1° de mayo de 2006, con el objetivo de develar la trama de los presuntos hechos de corrupción.

La causa Skanska se abrió en 2006 a raíz de una denuncia del entonces diputado de la Coalición Cívica Adrián Pérez por supuestas irregularidades en el proyecto de ampliación de gas en 2005 y fue el primer gran caso de corrupción vinculado al kirchnerismo.

En una primera instancia, la Cámara Federal archivó el expediente, que supo estar en manos del fallecido juez Norberto Oyarbide y que luego pasó a su par Sebastián Casanello, al desconocer la grabación de un exdirectivo de Skanska que reconoció el pago de coimas a funcionarios. En consecuencia, fueron sobreseídos el exsecretario de Energía Daniel Cameron y el exinterventor del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) Fulvio Madaro.

El caso fue reabierto en 2016, luego de que la Corte Suprema validara el registro de audio realizado por Javier Azcarate. A partir de ahí se reactivó la denuncia que apuntó, entre otros, a De Vido quien, según la investigación, entre 2004 y 2006 recibió sobornos a cambio de direccionar la obra a favor de la multinacional sueca.

"La empresa Skanska, al momento de la negociación de las ofertas presentadas en el concurso privado, acordó con sus competidores para elevar los costos, lo que fue consentido por los funcionarios públicos que intervinieron directa e indirectamente en el procedimiento", señaló Casanello al elevar el caso a juicio en 2019.

Asimismo, detalló: "Para respaldar esas actividades ficticias, los representantes de Skanska S.A. decidieron darle un marco legal que les permitiera justificar cada uno de los egresos. Así fue que computaron las transacciones como gastos vinculados al proyecto central adjudicado, previamente, por el Estado Nacional".

En esta oportunidad, el juicio, que contará con las declaraciones de alrededor de 100 testigos, estará a cargo de los jueces Guillermo Costabel, Jorge Gorini y María Gabriela López Iñiguez y el fiscal será Abel Córdoba.